Advertencia
Este sitio está por ahora en constante y frecuente modificación (al igual que otros de mis varios blogs), por lo que me disculpo por la tardanza en actualizarlo. Este mensaje rojo de advertencia desaparecerá cuando el total de la obra original quede completamente capturado.
Por esto mismo y por motivos de estética de diseño, las novedades en la captura quedan anunciadas en la columna de la izquierda, pues decidí no incluir una liga a la pizarra de historial del blog, así que recomiendo remitirse al archivo del blog o al índice para dar una lectura ordenada de los contenidos.
Prefacio
Mi tesis de licenciatura, trabajo que ahora tienes ante ti, amigo lector, llevó cinco años de investigación original (1984-1989) y un año y medio de redacción (1989-1991), viendo la luz por primera vez en 1991. Ahora, a treinta y dos años de distancia, no solo confirmo que mucho de lo escrito sigue siendo vigente en lo fundamental, sino que, también, en tanto producto cultural, esta tesis ―redactada originalmente para obtener el título de Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad Anáhuac (Norte), con especialidad en Televisión (aunque las tendencias actuales del sistema educativo-laboral no consideran mi especialización como legítima, lo que me orilla a la "necesidad" de cursarla de nuevo para efectos de registro burocrático)― como cualquier obra requiere enmiendas, actualizaciones.
La retomo casi punto por punto, no obstante revisarla en función del tiempo transcurrido. Revisión, cabe señalar, que va más allá de la sola corrección de estilo o la edición del contenido de los capítulos, pues he optado por ponerla al día en lo necesario, así en lo sustancial como en lo esencial.
La primera edición de esta tesis jamás se publicó por ninguna editorial y quedó limitada a la cantidad de ejemplares que razonablemente solicitaban la universidad y las imprentas como mínimo para el trámite de titulación. Pero, desde su concepción la imaginé susceptible de alcances mucho más amplios que el solo ámbito del examen para titulación y la vanagloria personal y familiar, razón por la cual incluso la registré ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (número de registro 21333/91, libro 13, fojas 299), dependencia de la Secretaría de Educación Pública en mi país, México. Porque creo que todo profesional que se precie de obtener determinado nivel académico lo hace ―o debería― aspirando a mucho más que ostentar un documento meritorio de ciertas cotas laborales y económicas u obtener el vacuo reconocimiento social y oficial mediante premios y certificaciones ―y esta tesis tuvo la fortuna de obtener mención honorífica en el “VI Premio Nacional de Trabajos Recepcionales Escritos en Comunicación” organizado entonces por las asociaciones CONEICC/FELAFACS (Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación / Federación Latinoamericana de Asociaciones de Facultades de Comunicación Social), en octubre de 1992.
Antiguamente, todavía hasta mediados del siglo XX, las tesis recepcionales tenían como fundamentales objetivos: uno, demostrar la capacidad metodológica y científica o profesional del titulado y, dos, generar conocimiento nuevo. Pero, tristemente el sistema educativo en México —y me parece que no nada más en mi país—, enfrascado en una dinámica de mercado laboral y meritocracia, más la falta de incentivos vocacionales acabó por corromper la práctica, haciéndola un mero trámite burocrático tras el que la honorabilidad del grado acabó cediendo a la posibilidad de insertarse en la cadena productiva.
Por ello esta edición ahora la he pensado para publicarla y difundirla con apoyo en esas mismas tecnologías que se discuten a lo largo del texto, mismas que permiten regular independencia editorial y autoral para cualquiera, en este caso la propia. He, por lo tanto y en cierto modo, renunciado a ver la obra publicada en formato de libro físico o digital por el momento, si bien esta manera de elaborarlo ya va siendo variante digital y que, por otra parte, tanto a mí como a los lectores les da la facilidad y, mejor, la flexibilidad para acceder al contenido en pleno ejercicio de su voluntad y libre elección, según sus necesidades o intereses, pudiendo leerlo por donde le resulte más cómodo, conveniente o pertinaz.
Introducción post facto: treinta y dos años después
Confieso que, como suele ocurrir al escritor cuando se enfrenta ante la página en blanco, las dudas sobre el formato a seguir al momento de recapturar mi obra no se dejaron esperar e implicaron la necesidad de tomar decisiones que quizás se antojen ñoñas, pero que finalmente son determinantes en la manera de organizar los contenidos y difundirlos. Bien pude inclinarme por hacer cada capítulo como una página web aislada o redactarlo de manera también independiente, aun cuando ligada a una fecha de publicación. En el primer caso, se me ofrecía la posibilidad de llenar este blog con páginas larguísimas acomodadas con un orden a mi voluntad. En el segundo caso, se me ofrecía el aprovechar las mismas capacidades de la herramienta del blog –a fin de cuentas cada post o publicación se forma como una página web integrada en una estructura dinámica, mejor que estática– como está la de llevar una secuencia de publicación y archivo, entre otras. Siendo que he elaborado, escrito y publicado blogs desde 2005 o más atrás, elegí finalmente la segunda opción para además dejar constancia de la evolución de los capítulos, darles un mejor atractivo visual, pues al irlos capturando podría también ir haciendo actualizaciones que mantuvieran un vínculo que, de algún modo, no rompiera ni menoscabara con algo preponderante en textos de corte académico y ensayístico: la metodología.
El principal obstáculo que ofrece este tipo de plataformas estriba en la parte metodológica y eso, aunado a los costos fue también un factor decisorio, pues aun no existen o existían adecuadas herramientas en línea para interconectar de manera automatizada los hipertextos con una bibliografía y una lista de referencias, notas a pie o similares (fuera de los hipervínculos y en ocasiones textos ancla).
Lo que está resuelto en los procesadores de palabras es un faltante aún en las plataformas, al menos hasta ahora. Si bien es cierto que en la plataforma de Wordpress hay los plugins necesarios para ello, aquí en Blogger no; y, en el caso anterior, solo son accesibles en la versión pagada, la cual no puedo darme el lujo o gusto de solventar. Así, de manera un poco rudimentaria, he resuelto medianamente, o eso creo, ese obstaculo de apariencia insalvable, a veces redactando en mi computadora para crear las bibliografías, copiando y pegando aquí, a veces recurriendo a formas heterodoxas de citar, referenciar.
Hago hincapié en esta observación porque no faltarán con el tiempo los que me acusen de ser informal en mi metododología, cuando simplemente decidí adaptarme a las limitaciones propias de la tecnología que, para este asunto en particular obliga a incursionar en la programación html o xml, haciendo el trabajo básico de mi capacidad e interés no nada más tedioso, sino farragoso y duplicador del esfuerzo. No obstante, en algunos casos lo he hecho y siempre queda la versión original impresa (pendiente de ser digitalizara en formato PDF) para mostrar la estructura metodológica.
Otra razón por la que también he decidido hacerlo de este modo tiene que ver justo con eso, con la metodología, pues como ya anoto en la introducción revisitada, habiendo empleado originalmente el método del materialismo dialéctico para examinar los temas abordados, las ventajas que me proporciona la tecnología ahora me permiten además un mayor dinamismo y flexibilidad en la estructura misma del trabajo y la forma de ligar sus distintas partes de tesis, antítesis y síntesis, añadiendo un elemento nuevo que ya hace treinta y dos años había considerado de manera más rudimentaria y que es una guía tramática y argumental a modo de apostillas.
Por causa de las mismas razones técnicas he optado en esta edición por incluir al final de cada capítulo o entrada de blog la bibliografía respectiva, en vez de crear una bibliografía amplia y general de la obra; aunque, al igual que la edición original, he preferido mantener las notas a pie de página, si bien he restado algunas con carácter de definición de conceptos para incluirlas en el glosario o ya ni en él para remitir a algún diccionario en línea como Wikipedia; para los casos de notas extensas, he preferido la posibilidad de elaborar publicaciones aparte dentro del cuerpo de apuntes que hacen este blog y con la consecuente referencia mediante hipervínculos. Con ello pretendo aligerar los contenidos por leer y dejar como de costumbre al lector la oportunidad de remitirse a los que considere útiles por complementarios, sabedor de que es costumbre de algunos lectores no leer sino saltarse las notas o los hipervínculos.
Entre la autocompasión, el reconocimiento y la justicia
Al margen de mi derrotero como persona, esta tesis aun durmiendo el sueño de los justos entre los anaqueles de mi biblioteca pedía y pide, como lo están haciendo otras obras mías semejantes o de corte distinto, salir a la luz pública como se la pensó: para incidir de algún modo ―así sea el de abonar al ocio― en el ánimo de sus posibles lectores.
Valga señalar finalmente que decidí hacer esta versión luego de que descubriera en Wikipedia, en 2019, que los colaboradores de la Enciclopedia Libre habían incluido una entrada con el concepto actitud estética acuñado y registrado ante el Instituto Nacional de Derechos de Autor por mí hace treinta y dos años, y percatarme que la referencia más antigua de la misma ¡databa de 2010! O sea, como si mi trabajo no hubiera existido.
Es verdad que ya en aquellos años, otros autores de los que abrevé como Hans Robert Jauss hablaban de una "postura estética" y, en estricto sentido podría decirse que se me adelantaron, aun cuando no abundaron en el concepto de la misma forma y en el mismo sentido que yo.
En tanto colaborador de Wikipedia opté por hacer las modificaciones pertinentes para actualizar, ampliar y corregir el contenido, sin otro afán enciclopédico que la precisión. Sin embargo, a juicio de los enciclopedistas restantes de la plataforma mi intento resultaba contrario a las políticas de la misma, pues consideraron que por el hecho de referirme como fuente primigenia incurría en el "crimen" de autopromoción. Los alegatos los dejo para otro espacio dentro de este blog para darles un carácter más bien anecdótico. Lo fundamental es que esa situación detonó que ahora me encuentre redactando estas líneas, recapturando mi libro y poniendo al día lo que hace treinta y dos años ya existía, para que los que consultan Wikipedia puedan también remitirse, sin que yo altere las normas de dicha plataforma y sin embargo haciendo valer mi autoría como fuente originaria del concepto en cuestión.
Dicho lo anterior y sin más preámbulo, entremos en esta obra, para lo cual puedes recurrir, amigo lector, al índice general o al archivo de publicaciones o al mismo menú principal. Espero sinceramente que lo expuesto sea de interés y utilidad en más de un sentido.
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